ALGAS A LOS PIES DEL FLYSCH DE ZUMAIA

El mundo de las algas siempre me ha parecido muy complejo, pero el día 11 de octubre del año 2011 tuve la oportunidad de aprender un poquito sobre su identificación en una excursión con la clase, que tenía como objetivo visitar el flysch vertical de Zumaia.

Parte del flysch de Zumaia.

En esta formación geológica se pueden ver los estratos de diferentes épocas, desde el Eoceno (hace 50 millones de años) hasta el Cretácico inferior (hace 110 millones de años), siendo visible en determinados puntos la capa de iridio que se depositó hace 65 millones de años cuando el meteorito que extinguiría a dinosaurios, pterosaurios, mosasaurios y otros grupos de animales prehistóricos cayó en la Península de Yucatán. Al menos eso se cree.


El iridio se encuentra en los meteoritos en mayor cantidad que en la corteza terrestre, donde es escaso, por eso la explicación más razonable a la presencia de una capa de este material que data justamente de hace 65 millones de años, es la caída de un enorme asteroide que exterminaría al 70 % de la vida en la tierra.
Como curiosidad debo comentar que no es la única extinción acaecida en la tierra. Al final de periodo Pérmico se extinguieron alrededor del 90 % de los seres vivos que poblaron el planeta, lo que le concede el dudoso honor de ser la mayor extinción de la historia.
Pero no todo fue geología. Un compañero biólogo, identificó in situ un buen número de algas que pudimos encontrar en la rasa mareal. Algas como Amphiroa beauvosii, Coralina elongata o Ulva lactuca. A continuación os mostraré el grueso de las especies fotografiadas:

Enteromorpha crinita.

Bifurcaria bifurcata en el centro, rodeado por otras algas presentes en esta entrada.

Gelidium corneum, con la que se produce la gelatina.

Esta algo me encantó, Cystoseira tamariscifolia, de un color azul precioso.

Corallina elongata.

Lithophyllum incrustans.

Caminando por encima de los acantilados formados por calizas y margas, descubrí un buen número de líquenes como Caloplaca flavescens, Diplotomma sp. y Aspicilia calcarea. En la campiña costera dominaba el Aster lynosiris con sus flores amarillas cololreando el monótono verde de la hierba.

El liquen blanco Diplotomma sp.; el amarillo Caloplaca flavescens.

En cuanto a los invertebrados voy a destacar dos. El primero, un bonito chinche, Leptoglossus occidentalis.

Leptoglossus occidentalis.

Y el segundo, el cadáver de uno de los lepidópteros más impresionantes de nuestra fauna, el esfinge calavera Acherontia atropos. La migración que realiza desde África hasta nuestra tierras, e incluso hasta las islas británicas, es realmente fabulosa. 

Existía una antigua creencia de que su presencia era sinónimo de muerte, lo que la convierteron en blanco para las gentes de épocas pasadas. Creencia originada por la curiosa mancha en forma de calavera que le da nombre.

Esfinge calavera Acherontia atropos.

Esta vez os he traído una entrada sin pluma, pero espero que os resulte igualmente interesante.

¡Hasta la próxima entrada!