martes, 15 de enero de 2013

LOS ESCRIBANOS PALUSTRES DE MI "LOCAL PATCH"

No son numerosos los ejemplares de esta especie de emberízido que aparecen por mi "local patch", tanto en paso como en invierno, pero aún así, anualmente puedo disfrutar en la intimidad de estos pájaros palustres. Acostumbrado a observarlos en carrizales no consigo acostumbrarme a su presencia en masas de pampas Cortaderia selloana, de cuyas semillas se alimentan en esta zona, debido a la falta de carrizales. Tan sólo ha sobrevivido una pequeña masa de carrizos alrededor de un pequeño arroyo, donde, curiosamente, nunca los he visto.
Además, siempre que hablo de este lugar, emplazado en los límites del valle de Txorierri con una ciudad como Bilbao prácticamente pegada a él, incido en su deterioro. Montañas de escombros, cemento, fábricas, carreteras, centros comerciales... Ni siquiera la presencia de una planta tremendamente invasora como la pampa ha resultado ser un impedimento para que 5 ó 6 escribanos se den cita allí cada paso migratorio o invierno. De hecho, se ha convertido en un alimento indispensable.

Ejemplar de escribano palustre (Emberiza schoeniclus) sobre pampa (Cortaderia selloana).
Como invernante sólo he llegado a contabilizar uno, y suele moverse tanto por praderas donde parece que los sauces cenicientos también contribuyen a su dieta, como por las citadas masas de pampas.
Uno de mis miedos, es que el deterioro vaya en aumento y llegué un día en el que estas pequeñas y maravillosas aves dejen de acudir a mi humilde rincón de pajareo. Esperemos que ese día nunca llegue.

¡Hasta la próxima entrada!

viernes, 11 de enero de 2013

MUERTO UNO DE LOS COLIMBOS CHICOS INVERNANTES EN EL ABRA

El día 26 de Diciembre, acudí a Las Arenas para iniciar mi paseo habitual por El Abra, con la ilusión de poder fotografiar mejor al colimbo chico observado días atrás en la zona.

Colimbo chico (Gavia stellata).
Pasado el puente colgante y justo antes de alcanzar el muelle de Churruca, únicamente había podido avistar un par de cormoranes grandes y varias gaviotas reidoras.

Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus).
Aquello me hizo pensar que sería un mal día de pajareo ya que normalmente los zampullines cuellinegros ya se dejan ver incluso al principio de mi pequeña ruta.
Un pequeño grupo de 3 alcas despejó mis dudas y me dediqué a disfrutar de sus zambullidas, a pesar de la lejanía.

Alcas comunes (Alca torda).
Comencé a ver los primeros vuelvepiedras, incluso varios passeriformes como colirrojos tizones y lavanderas cascadeñas. Un precioso zampullín cuellinegro asomó junto al muelle, aunque bastante tímido, no me permitió lanzarle ni una fotografía debido a la distancia.

Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis).
Llegué al extremo del corto muelle, y regresé por el lado opuesto, donde se encuentra la playa de Las Arenas. Al poco, avisté dos colimbo chicos y pasé bastante tiempo fotografiándoles, sobre todo, esperando a que se acercarán lo suficiente.

Colimbo chico / Ailota txiki

En ocasiones se acercaban mucho, buceando muy cerca del muro del muelle.
También pasaron por allí 2 charranes patinegros y sus espectaculares picados, algún zampullín cuellinegro, un enorme colimbo grande y varios alcas.

Alca común / Pottorro arrunta
Es curioso observar como se zambullen de manera sincronizada estos pequeños álcidos. Después de un puñado de fotos, aparece un petirrojo que parecía esperar a que le echase algo de comida.

Petirrojo (Erithacus rubecula).
Más allá de la playa de Las Arenas, me interné en un embarcadero para tratar de fotografiar alcas y zampullines. Sólo aparecieron los primeros, situándose en ocasiones muy cerca de mi posición.

Alca común / Razorbill

Alca común (Alca torda).
A lo lejos, un grupo de 16 alcas. Fijándome en una gaviota que se encontraba posada en una valla, descubrí que se trataba de una preciosa gaviota de Delaware adulta.

En El Abra tenemos la suerte de poder disfrutar de esta especie de gaviota casi anualmente.
Me deleite varios minutos más con su observación y dirigí mis pasos hacia la pequeña playa de La Bola. Cual fue mi sorpresa cuando al llegar al citado lugar me encuentro con la hembra de serreta mediana que, si bien inverna en El Abra, no se había dejado ver por mí hasta la fecha.

Serreta mediana (Mergus serrator) descansado en la playa de La Bola.
Serreta mediana / Red-breasted merganser
Serreta mediana (Mergus serrator).
Serreta mediana.
Ya en la siguiente parada de mi ruta, el muelle de Arriluce, pude observar varios vuelvepiedras, alcas y un grupo de 6 somormujos lavancos, alguno de ellos con el plumaje nupcial.

Siempre cercanos, los vuelvepiedras se dejan fotografiar a la perfección.

Vuelvepiedras (Arenaria interpres).
Vuelvepiedras común  / Harri-iraularia
Este año está siendo un buen año para la observación de alcas en El Abra.
Alca común (Alca torda).
Posteriormente, regresé al primer muelle donde me llevé la desagradable sorpresa que da título a la entrada. Seguí los pasos de uno de los colimbos chicos que buceaba pegado a la pared del muelle, pudiendo ver a través del agua todas sus evoluciones.

3 ejemplares de estos maravillosos álcidos, una de mis familias de aves favorita.
Colimbo chico (Gavia stellata).
En una de las zambullidas lo perdí durante varios minutos y decidí marcharme.

Una última imahen del pobre colimbo que acabó muerto en el muelle de Churruca.
Al irme observé como unos chavales de unos 12-13 años que se encontraban pescando tenían el cadáver del colimbo junto a ellos. No sólo mataron a un colimbo chico, si no que a un servidor le fastidiaron el día. Una pena que ocurran este tipo de cosas.

¡Hasta la próxima entrada!

viernes, 4 de enero de 2013

FULMAR BOREAL EN LAS ARENAS

En el día de ayer, Jon y yo nos acercamos a El Abra en busca de la gaviota de Bonaparte (Chroicocephalus philadelphia) que había sido observada en la zona, aunque nos acabaríamos llevando otra sorpresa.

Fulmar boreal (Fulmarus glacialis) observado en El Abra.
Lamiako era la primera parada obligada, donde tras inspeccionar cada una de las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) allí presentes (acompañadas de alguna cabecinegra y una sombría) no pudimos dar con ella.

También andaban por allí los andarríos chicos (Actitis hypoleucos).
Su identificación no es del todo sencilla. Si no se va en su busca es posible pasarla por alto y tomarla como una reidora más, sobre todo si la vemos a distancia y sin ninguna gaviota con la que comparar el tamaño, ya que es menor que su congénere.
En la dársena de Lamiako también había varios chorlitejos grandes y algunos vuelvepiedras. Además, dos alcas comunes se encontraban en esa parte de la ría pescando.

Alca común (Alca torda).
Avanzamos un poco más en dirección al puente colgante para continuar con la búsqueda de la citada gaviota. Nos fijamos cuidadosamente en cada lárido que pasaba volando, pero en todos los casos se trataba de gaviotas reidoras.

A parte de gaviotas también se dejó ver algún charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis).
Pudimos ver 4 alcas más hasta llegar al muelle de Churruca, donde vimos a lo lejos un ave descansando.

Fulmar boreal / Fulmarra


Preciosa ave la cual sólo es posible ver en la costa después de temporales.

En mi primer vistazo a través del visor vi que podía tratarse de un fulmar boreal y nervioso coloqué el telescopio para confirmarlo.

Fulmar boreal / Northern fulmar
Se apreciar ver en el pico tubular para secretar el exceso de sal su afinidad genética con los paíños, pardelas y albatros.
Gracias a mi Kowa dusfrutamos al detalle de una maravillosa ave pelágica, el fulmar boreal, que cada vez se acercaba más al muelle pudiéndole hacer fotos más cercanas, aunque la escasa luz bajaba mucho la calidad de las mismas.

Como otras procellariiformes parte de su alimentación se basa en zooplancton.
Estuvimos largo rato observándola, pero eran casi las 5 de la tarde y aún no habíamos comido. Así que, no sin pena, pusimos rumbo a la playa de La Bola, nuestra última parada en busca de la gaviota de Bonaparte.


Por el camino numerosos zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis), pero uno de ellos, ya cercano a La Bola, me pareció un cuellirrojo (Podiceps auritus). Sólo le saque 4 fotos y debido a que la luz interna de mi cámara está estropeada no pude confirmar in situ si se trataba de dicha especie. Fue en casa donde confirmé la cita, aunque la imagen no la pondré aquí ya que es muy lejana. Lástima que no me dejará fotografiarle unas cuantas veces más.
Posteriormente, nos dirigimos a nuestras respectivas casas con hambre pero contentos por una tan buena jornada pajaril. Sin duda, seguiré intentando dar con la de Bonaparte, ya en solitario porque Jon regresa a León para seguir con sus estudios.

¡¡FELIZ 2013 A TODOS!!

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